Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 27 de julio de 2012

Historias para no dormir

  Anoche trasteando un rato con el mando a distancia de la televisión, ( no me gusta el termino zapear, aunque ya figure en el DRAE), antes de irme a  la cama, descubrí con agradable sorpresa, ( en la 2, como suele ser habitual en estos casos), la redifusión una vez más de uno de los episodios de la memorable serie de terror  Historias para no dormir , obra del maestro televisivo Chicho Ibañez Serrador.



  Aunque su fecha de emisión es anterior ( comenzaron a emitirse capítulos desde 1966), sus reiteradas reposiciones la han convertido es un paisaje casi obligatorio en el imaginario  televisivo de algunas generaciones de este país, incluida la mía. Cómo no recordar el inicio de cada capítulo con el ruido del chirriar de una puerta que dejaba penetrar la luz en mitad de un escenario oscuro, al tiempo que los dos rombos a la derecha de la pantalla, aconsejaban del contenido de adultos de la emisión, siguiendo las aún estrictas normas de la censura franquista. 




    

  

  Algunos años después del estreno de la primera temporada, como no puede ser de otro modo dada mi edad, ( aún no había nacido) y siguiendo las más laxas normas de censura de mi casa, vi, siendo muy crío ( probablemente a finales de los setenta o principios de los años ochenta, no sabría decirlo con exactitud),  los primeros capítulos de esta serie de estudio, rodada con  precarios medios a modo de representación de teatro y ambientada en la mayoría de los casos en relatos del siempre genial Edgar Alan Poe. Son casi recurrentes al escribir estas lineas que me vengan a la memoria imágenes de la estampa y rictus, siempre serio,  de uno de sus a principales intérpretes , a la sazón, padre del inventor de la criatura: Narciso Ibañez Menta, actor de cine y teatro con amplia experiencia sobre los escenarios españoles y argentinos que será siempre recordado por sus caracterizaciones en producciones de terror.







    Cómo olvidar el inicio de cada capítulo, con la pequeña pero siempre intensa presentación de Chicho a modo de introducción al relato, no exenta de sarcasmo y comentarios que pretendían crear una atmósfera de sugestión y predisposición al miedo. Fiel a sus influencias anglosajonas y al estilo del inigualable maestro del cine se suspense, Alfred Hithcock.




  Escenarios siempre ambientados en entornos oscuros y tenebrosos, largos pasillos en penumbra, personajes agonizantes en sus camas antes de exhalar el último suspiro... A lo largo y ancho de los 17 años años que se mantuvo en antena ( 1965-1982), desfilaron por sus producciones buena parte de la flor y nata de la interpretación española, ( Irene Gutierrez Caba, Paco Morán, Gemma Cuervo,  José Luis López Vázquez, entre otros muchos). Serie de prestigio casi desde el inicio, avalan su calidad reconocimientos como la Ninfa de Oro al mejor guión en el  Festival de Televisión de Montecarlo de 1967 por El asfalto o el Premio Ondas de 1969 para Ibañez serrador como mejor autor. 



  Con la emisión de El regreso, se homenajeó  a Paco Morán, recientemente fallecido en Barcelona a los 81 años.  Quedará para el recuerdo para siempre su interpretación en el regreso, y en mi retina la sensación de pánico tal y como me ocurría cuando era pequeño. Descanse en paz.


viernes, 20 de julio de 2012

Publio

 Una mañana de inicios del verano de 1995. Una urbanización de Zaragoza. Un hombre practica footing, antes de iniciar su jornada de trabajo,hasta que repentinamente es secuestrado por un grupo de encapuchados; son los últimos hechos de que se tienen certidumbre de sobre Publio Cordón, empresario y fundador del Grupo Quirón y de la aseguradora PREVIASA.

 Los perpetradores de la fechoría pronto se dan a conocer y publicitan la acción. No son otros que integrantes de la organización terrorista GRAPO ( grupo revolucionario armado primero de octubre). Tristemente célebres en la transición política española por sus asesinatos de policías, atracos a bancos y secuestros de personalidades públicas. Sin quedar claras ni su ideología ni las razones que les impelen a actuar, cada cierto tiempo, sus actividades son portada en una especie de macabra pugna por sembrar el terror y dinamitar el orden establecido con el otro grupo armado: ETA.

 Sumidos en una especie de ostracismo que les hace salir de la actualidad política y mediática, sin dejar de estar estructurados y organizados en mayor o menor medida, acontece el secuestro del empresario zaragozano. Las condiciones de rescate se hacen llegar a los pocos días y son muy claras: 400 millones de las antiguas pesetas han de ofrecerse como canje por la vida del empresario. La historia que vino después es ya conocida por todos: entrega del dinero por parte de la familia y desaparición del personaje principal a quien se dejó supuestamente en libertad en las inmediaciones del Estadio de Sarria de Barcelona.

 Han transcurrido diecisiete años; años de silencio y de incertidumbre; tiempo de organizar una vida nueva siempre condicionada por la falta de respuestas para la gran duda: ¿Dónde está Publio?

 Ayer el Ministro del Interior hizo publicas las últimas noticias referentes al caso, activado como consecuencia de las investigaciones realizadas por parte de la Guardia Civil, que han llevado a la detención de cuatro personas y al hallazgo del zulo donde pasó el empresario sus dos ultimas semanas de vida. Las evidencias son, al parecer, claras y conducen a la versión ya relatada por el principal detenido en este caso, Fernando Silva Sande, al que se condenó en 2007 a 28 años de cárcel por su participación en los hechos junto a otros tres encausados, ya juzgados anteriormente por los mismos hechos. Publio intentó escapar de sus captores cayendo desde el primer piso de la casa a las afueras de Lyon donde se encontraba retenido con fatales consecuencias; sus restos serían enterrados en algún punto del Mont Ventoux, donde ya se han realizado algunas prospecciones de manera infructuosa siguiendo indicaciones de los terroristas. Las autoridades dan por cerrado el caso aún sin acceder a la principal evidencia y prueba de cargo: el hallazgo de los restos.

 ¿Cómo vivir con una cosa así?. La familia ha hecho de tripas corazón, continuando con su vida y  rutinas a pesar de la lenta agonía. Los medios de forma directa o indirecta nos han dado pistas de esa dura normalización existencial: venta de Previasa a una aseguradora alemana, comparecencias cada cierto tiempo ante la prensa, desmintiendo una posible huida de Publio tras su liberación a algún punto de América Latina,  asistencia al juicio del principal encausado... apenas unos días antes del conocimiento de las últimas detenciones, su ya legalmente viuda Pilar Muro, recibe notificación de un juzgado de Zaragoza que declara oficialmente muerto a Publio Cordón.  

 15 días de secuestro. 17 años de búsqueda. Aparente punto final a un caso que nos ha acompañado en los últimos tres lustros. Falta descubrir el lugar donde reposan los restos del malogrado empresario. Será entonces cuando el caso pueda darse por cerrado definitivamente. Así sea

 

viernes, 13 de julio de 2012

Regeneración más que rescate

 Apenas si han transcurrido venticuatro horas del que posiblemente ha sido uno de los debates más tensos vividos en la democracia española. El pleno convocado ayer en el Congreso de los Diputados, tenía por objeto comunicar las nuevas medidas de ajuste presupuestario derivadas del rescate bancario procedente de la Unión Europea.

  La subida de impuestos, así como el recorte en prestaciones de todo tipo, dan a las medidas debatidas ayer un calado de consecuencias impresionantes. La sensación de hartazgo y desasosiego aumenta por momentos. La calle parece retomar el  protagonismo de otras veces y  un sin fin de convocatorias y actos se promueven desde diferentes frentes para reivindicar posturas hostiles  a las medidas de ajuste y ahorro. Prueba inmejorable de ello, las múltiples actividades protagonizadas por un sector, el minero, que una vez más ha organizado barricadas para defender sus puestos de trabajo y modo de vida.

 Vivimos momentos convulsos, sumidos en una marea inquietante atizada por los mercados que no dan respiro a las maltrechas arcas públicas, ya de por si magras por la falta de cotizantes y de recaudaciones por vía de impuestos indirectos. A la par son cada vez  mayores las restricciones de servicios cuya titularidad pública parece estar en entredicho. La sensación de zozobra, de no tener opción de influir en nuestro día a día, multiplica esa sensación de penuria e inquietud.

 Mucho podría hablarse de todo lo que dio de sí el debate de ayer, ( hoy refrendado con las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros); sin embargo dos son las escenas que han quedado prendadas en la retina del colectivo: los aplausos al presidente del gobierno al terminar su disertación ( han molestado por su tono festivo, después de anunciar medidas de esfuerzo y sacrificio), y las palabras poco agraciadas de una diputada de la bancada popular, soltando un exabrupto en medio de una discusión acalorada;  hay quien opina no iban dirigidas al adversario, sino a los propios parados; para más inri, la apelada es hija de un ex-cargo del partido en Castellón procesado por corrupción y famoso por sus excesos en el gasto y sus excentricidades de todo tipo.

 Rescate. Es la palabra del momento. Está en boca de todos. Lleva tiempo estando ahí. Unos porque lo esperaban y están a la expectativa viendo qué pasara a partir de ahora; otros temiéndolo, tal vez porque consideren que rebaja la confianza en el país. Era una posibilidad, ahora ya no lo es: está aquí. Rescate.

¿Qué es lo que se rescata? Aparentemente el sector bancario, cuyas más que dudosas prácticas e inversiones arriesgadas han traído como consecuencia comprometer los beneficios y resultados. El resultado de todo ello es harto conocido: disminución de beneficios, pérdida de liquidez, restricciones al crédito... Quizá algún día alguien se atreva a contabilizar cuantos puestos de trabajo han desaparecido como consecuencia de esta mala praxis. 

  Hay ya algún banquero que ha considerado oportuno pedir disculpas. Llegan muy tarde a tenor de lo visto. Sean pese a todo bien recibidas y ojalá sean el inicio de un nuevo modo de proceder. Podrán los fondos europeos inyectar toda la liquidez que quieran a los bancos patrios y de paso sustentar las cuentas públicas junto a las medidas de ahorro proyectadas; el tiempo dirá si son suficientes o no, si hubo o si se pudo hacer algo más. Lo que no podrán esos fondos es cambiar los modelos de conducta, ni los valores a través de los cuales nos movemos. 

  Estaría bien replantearse las cosas y además de rescatar, regenerar las formas de actuar. Habría que pensar si ese gallinero en que se ha convertido el parlamento, más parecido a las gradas de un recinto deportivo que a un hemiciclo donde exponer y debatir ideas, no es más que fiel reflejo de cómo somos y de lo que somos. Y tal vez sería oportuno interrogarse por el modo de proceder de unos banqueros que no han dudado en hacer cualquier cosa por ganar dinero, sin plantearse si aquello que se hacían era lo adecuado o no. ¿ Son solo culpables o son, además, exponentes de un modo de pensar y actuar propio de cualquiera de nosotros?

 Hay mucho que rescatar estos días. También que regenerar. Cuanto antes nos pongamos a la tarea antes vadearemos una crisis que además de golpear los bolsillos, también debería golpear las conciencias.
 

viernes, 6 de julio de 2012

Gatos de Marrakech

Un sol tremendo de justicia acompaña nuestros pasos por las calles de la ciudad. Paseando por la Medina, por la Plaza Jeema El-Fna, por los zocos... Calles estrechas apenas mal acondicionadas, riadas de gente y bicicletas,  animales de tiro transportando cosas inverosímiles obligan a asegurar el paso y a apartarse mirando hacia atrás casi a cada instante.

 Constante ir y venir de aromas, de esencias, de malos olores. Del sándalo a la menta, del comino al azafrán; Casi imposible habituar la pituitaria a tal baile de impregnaciones olorosas.

 Palacios majestuosos, patios de ensueño, estancias amplias y soleadas: juegos y combinanciones de azulejos; techos suntuosos. Restos de un pasado ostentoso venido a menos. 

 Marrakech es puro exceso. Puro nervio. La ciudad te engulle casi sin darte cuenta,  envolviéndote en su trajín constante de tráfico caótico, ceras atestadas de público, miles de puestos de venta ambulante...

 En mitad de tanto bullicio sorprende la paz y sosiego que transmiten algunos de sus habitantes. Un pequeño contrapunto que desentona de la tónica generalizada. Es casi imposible dar dos pasos por cualquier calle o estancia y no ver uno. Vayas por donde vayas, en mitad de la calle, visitando un palacio, o comiendo en un restaurante te encuentras con uno de ellos


                                                                     

 Son testigos calmos del día a día, buscan las sombras y los zaguanes para guarecerse de un sol que no se enternece por nadie. A diferencia de los gatos callejeros de Madrid, se muestran proclives y solícitos dejando que te acerques a ellos, incluso buscando una caricia furtiva. Siempre dispuestos a aceptar un bocado que llevarse a la boca tantean a los comensales en los restaurantes y antes o después consiguen su objetivo:  pequeños manjares que comen con fruición después de retarte y ganarte con sus miradas lastimeras.


                                                      




Son los gatos de Marrakech,  anfitriones tranquilos en mitad del caos. Guias permanentes que traen y llevan a quienes quieran hacerles caso. Estampa inconfundible de una ciudad maravillosa llena de contrastes.