Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 26 de julio de 2013

Angrois


 Angrois. Así se llama el barrio de la periferia santiaguesa que hasta hace apenas dos días no era otra cosa que otro suburbio de periferia más de cuyo nombre probablemente no se hiciese eco nadie, excepto lugareños o gente vinculada de un modo un otro a ese entorno. Ni yo mismo que tuve la fortuna de vivir un año de mi vida universitaria en aquella maravillosa ciudad y que he pasado varias veces en tren precisamente por esa zona, tenía conocimiento del nombre con que se denomina a esa parte de la ciudad; y sin embargo desde hace apenas sesenta horas es reconocido en el mundo entero como consecuencia de la brutalidad de un accidente ferroviario que se ha llevado desdichadamente la vida de setenta y ocho inocentes, en vísperas del día más importante del año en la ciudad.

 Poco o nada puede añadirse a lo que unas imágenes, impactantes y terroríficas han escenificado: las de un convoy desbocado por el exceso de velocidad que acaba por descarrilar al tomar una curva.

 Apenas si salen las palabras. Sirvan estas peñas lineas de homenaje a las victimas y a sus familias, envueltas en un escenario de horror e incomprensión como siempre que acontece una muerte absurda.


Amor de Mis Entrañas

Amor de mis entrañas, viva muerte,
en vano espero tu palabra escrita
y pienso, con la flor que se marchita,
que si vivo sin mí quiero perderte.

El aire es inmortal. La piedra inerte
ni conoce la sombra ni la evita.
corazón interior no necesita
la miel helada que la luna vierte.

Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
tigre y paloma, sobre tu cintura
en duelo de mordiscos y azucenas.

Llena, pues, de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.


Federico Garcia Lorca

In memorian. DEP.




viernes, 12 de julio de 2013

Bochorno

 Otra vez viernes. En pleno mes de Julio la canícula nos castiga con un sofoco desmedido amplificado por las idas y venidas de nubes que en formato de tormenta crean una especie de película infranqueable que no dejar que pase el aire. Calor y bochorno que se agrandan creando sensaciones de ahogo y calor angustiosos.

 Bochorno, esa es la palabra que con frecuencia empleamos para definir esos estados de calor sofocante derivado de las altas temperaturas y altos indicadores de humedad relativa en el ambiente. Pero hay más tipos de bochornos, carentes del sentido atmosférico hasta ahora aquí relatado. De hecho el que atañe a esta entrada se refiere al que produce rubor y sonrojo.

 Hoy mi comentario del blog va relacionado con la sensación de bochorno que a veces nor surge a algunos a cuenta del tratamiento informativo que de determinadas noticias se hace. A medio día de hoy los medios se han hecho eco de la sentencia condenatoria desvelada por un tribunal popular que condena a un padre por la muerte de sus dos hijos. Pendientes aún de revelarse los datos de la sentencia definitiva y del número de años que deba cumplir el reo, con la revelación de la misma, no exculpatoria, se pone punto y final a una tragedia humana de tintes terribles y espeluznantes.

 La sensación de pena, frustración y rabia se cruzan casi a partes iguales al pensarse en las dos criaturas que han fallecido a manos de un padre enajeado e impulsado por el odio y la venganza personal hacia la madre de los niños. Pero esa sensación parece acrecentarse por momentos al echar un vistazo atrás y comprobar que tipo de tratamiento informativo ha recibido tan terrible historia.

 ¿Dónde queda el código deontológico que todo profesional de los medios debe seguir a modo de juramento hipocrático cual facultativo ejerciente? ¿Cómo compatibilizar este con el derecho a la información? Preguntas como estas están en el ambiente cada vez que se observa cómo se tratan hechos macabros de estas características. Sin negar las necesidades que detrás de cada medio impulsan a los dirigentes de los mismos a buscar los formatos y contenidos que mayor demanda puedan tener en el mercado de los espectadores, cabría cuestionarse hasta que punto debe catalogarse como información el seguimiento informativo  que a lo largo de estos meses, desde que se tuvo conocimiento de la desaparición de los menores, se ha hecho del caso. Espacios mono temáticos dedicados exclusivamente al hecho luctuoso, columnas de prensa, espacios de radio... Toda una pléyade de profesionales de mejor o peor reputación profesional han hecho literalmente su agosto ofreciendo carnaza informativa degustada por una audiencia abandonada a la suerte del morbo y la comidilla fácil que este tipo de historias suele generar.

 Nadie va a negar la libertad que cada cual quiera emplear a la hora de informar; ni tan si quiera cuestionar las plantillas de programación o los formatos de los espacios que se emitan o publiquen.Vaya por delante el más completo y absoluto respeto por los medios y su derecho a expresarse e informar. Pero tal vez sea bueno recordar, no será la ultima vez que hablemos de este tema, la necesidad de informar con rigor y sin alimentar morbos innecesarios, más aún cuando el argumento informativo sale a relucir a costa de la espeluznante tragedia de un asesinato cruel de dos infantes.

 Con la sentencia de hoy posiblemente se está haciendo justicia; probablemente también se ponga punto y final a un espectáculo triste e interesado, muy al uso de un tiempo a esta parte. Desgraciadamente no durará mucho tiempo. Antes o después algún otro caso de la España negra, volverá a poner en primera plana asuntos de este calibre con una continuidad informativa similar. Cambiarán los protagonistas pero no lo hará el bochorno que desgraciadamente una parte de la comunidad informativa utiliza como medio de alcanzar sus objetivos. Aunque algunos, en su defensa dirán que eso a lo que algunos llamamos bochorno no es otra cosa que un producto demandado por una audiencia que lo consume con fruición. 

  Debate eterno sin duda.

 

viernes, 5 de julio de 2013

Va de aeropuertos

 Tiene la cosa gracia. Si pretendiésemos en esta entrada hacer una especie de encuesta preguntando a cuantos conocidos pudiesemos cuántas horas han estado encerrados en un aeropuerto esperando a que les diesen vía libre para poder acceder a su vuelo, posiblemente acumulariamos un sin fin de testimonios y experiencias que sumarían más horas que las que pudo acumular el personaje que interpreta Tom Hanks en La Terminal.

 Esta semana que termina la gran noticia va precisamente de eso, de esperas, forzadas en este caso por razones de índole político y diplomático. El prófugo de la justicia americana Snowden, permanece encerrado en el Aeropuerto de Moscú en alguna zona de tránsito desde que hace algunos días partiera desde Hong Kong en una huida que posiblemente le hubiese llevado hasta la auxiliadora Ecuador, refugio de un tiempo a esta parte de perseguidos por divulgar información confidencial, tal y como sucede con el mentor del reconocido como escándalo Wikileaks, Julian Assange, cuyo destino no es una terminal de aeropuerto sino una sede diplomática en Londres.

 Casi parece el guión de una novela de Le Carré o Forsyth, aunque la ambientación en esta ocasión no hay que buscarla en los años sesenta u ochenta, ni viene motivada por las idas y venidas de la guerra fría. En esta ocasión los escenarios son otros y los protagonistas también.

 El tiempo dirá que grado de influencia ha tenido Chaves en el desarrollo y evolución de América Latina; pero es innegable el hecho de que sus formas y modos de comportarse en el escenario internacional han cambiado el papel de una zona del mundo otrora caracterizada por su posición secundaria y exenta de voz y ánimo de confrontación. 

 El ultimo episodio de lucha entra América del Sur y el imperio lo ha protagonizado el Boliviano Evo Morales, cuyo vuelo fue retenido varias horas en el aeropuerto de Viena en la sospecha de que podía ir embarcado en su vuelo el susodicho prófugo Snowden. Uno cree que ha visto muchas cosas pero desde luego no recuerda que se hubiera retenido a un presidente electo de una nación democrática por razón de unas sospechas más o menos fundadas. 

 Mucho se esta debatiendo ahora si desde el punto de vista de la legalidad internacional, la actitud de naciones como Francia o Italia de no permitir el paso de el avión presidencial por espacios aéreos propios,se corresponde con los preceptos que marca el derecho internacional. Desde luego las normas que si se han violado son las del decoro y respeto: Independientemente de las sospechas que pudieran albergarse de que un huido pudiera incluirse en el vuelo o no, no deja de ser un trato vejatorio el retener al presidente de la nación durante horas a la espera de poder encontrar alguna certidumbre que desbloquease la situación. Mal hacen las naciones europeas al abandonarse en su obligación de tener criterio propio para plegarse a las exigencias de un país que solo habla y acepta legalidades internacionales cuando y como le conviene. En honor al respeto y decoro mínimos, el señor Morales ha sido objeto de una privación de movimientos sin estar la misma sujeta a la más minima razón o justificación. La intervención de España, permitiendo el respostaje y posterior partida desde Canarias, lejos de mejorar la imagen de nuestro gobierno ante los ojos del mundo y de la propia América Latina, ha relazando la imagen de gobierno títere sumado al coro de las naciones europeas que siguen el juego a los estadounidenses.

 Uno echa en falta a los políticos de otras épocas, cuyo liderazgo les otorgaba condiciones de estadista que ahora brillan por su ausencia. ¿ Habrían aceptado un  Brandt o un Mitterrand  la retención  o negación de transito  de un presidente por unas sospechas? Cuesta trabajo creerlo.

 Habrá quien se preocupe por las olas de populismo que se abren paso en determinadas naciones de América. Sería apropiado preguntarse que se hace desde aquí para azuzar y alimentar tales circunstancias. El espíritu de Chaves se mantiene intacto y se agranda por momentos. Con tanta torpeza no dejará de crecer, estoy convencido de ello.