Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 28 de marzo de 2014

Vintage Suarez

Semana de nostalgias, de regresos al pasado; ¿Motivo? A cuenta del fallecimiento del primer presidente del gobierno de la España democrática.

Ahora lo llaman moda o estilo vintage. Ese es el modo como se denomina la vuelta a tendencias, usos y objetos de cuyo existencia dejamos de dar cuenta hace tiempo y que ahora vuelven a estar en primer plano. Se ve en la ropa,en complementos, (no deja de ser asombrosa la vuelta a la moda gafa pasta en todas sus variantes) y en objetos de todo tipo e índole. La teoría del eterno retorno tiene en esta ultima expresión una curiosa forma de manifestarse.

 Tiempo de recuerdos. Atrás han quedado los balances económicos, las reflexiones históricas; las comparaciones políticas y no políticas entre unos años y un tiempo que ya no están y que apenas si tienen eco o reflejo en la España actual. Algunos de los dilemas y problemas de entonces siguen de muy viva actualidad pero en conjunto aquella España nada tiene que ver con esta, subida al tren del progreso y la modernidad a marchas forzadas y casi con calzador.

 No he podido evitar recordar cómo era yo entonces, apenas un mocoso de algunos años que se quedaba obnubilado viendo en la tele los debates entre políticos. Aun tengo vívido el recuerdo de las primeras elecciones generales celebradas libremente allá por el año 1977.

 - ¿Quienes son estos papa? Recuerdo que pregunté a mi padre cuando se le acercaron unos señores con banderolas de un partido político con la idea de ofrecernos propaganda política.

- Estos son los malos, el bueno es Suárez; así de contundente me contestó mi padre quien, eso si, muy educadamente recogió los panfletos que aquellos hombres malos nos trajeron ( incluida una pegatina de un puño cerrado con una rosa, que yo sutilmente escondí y que acabé pegando en una furgoneta de reparto de correos... Apenas tenía cinco añitos y ya sabía quien era Suárez.


 Evidentemente he crecido, madurado y cambiado, y mis opciones políticas personales quedan seguramente un poco lejos de los planteamientos de aquel hombre por el que mi padre sentía una devoción casi enfermiza. El pasado domingo se fue tras padecer una penosa enfermedad que anuló su mente dejándolo fuera de juego, pero siempre quedará su granito de arena en la consecución del objetivo de dar a este país un régimen de libertades, para lo cual su contribución fue además de necesaria,  fundamental.

 Descanse en paz quien ayudó a que fuera posible la concordia, aunque siendo esto España, eso solo durase un ratito.

viernes, 21 de marzo de 2014

Cambio de estación


 Otra semana más que se nos marcha del calendario, pero ya está aquí cargada de polen y brotes verdes, aunque no de aquellos que en otro tiempo dieron tanto que hablar en otros ámbitos, más bien de talante económico y político, que sirvieron para alentar a algunos y encender y enervar a otros. Esos ya son historia y pasado; estos vienen con aires renovados y están aquí entre nosotros oficialmente desde ayer día veinte de marzo a las 17:54 minutos.

Continuo camino de idas y venidas. Primavera es sinónimo de alegría, de buen tiempo salpicado de insectos, polen y alergias, cada vez más contundentes y purulentas. Como cada año, un almendro que puedo observar desde la ventana de mi dormitorio,  me anuncia con sus espléndidas hojillas blancas el advenimiento del calor y sus prebendas.

 El aire huele diferente, a nuevo, como renovado; diferentes aromas dulzones, emanados en su mayor parte de plantas y flores que se deciden a reverdecer y con ello seducen a los sentidos, haciendo más amable y ameno el tan cotidiano acto de salir a la calle a cumplir con obligaciones y rutinas.

 Primavera es sinónimo de sol y de luz; en apenas unos días volveremos a poner en hora nuestros relojes, ganando con ello una hora de luz que será la antesala de largos días en que no anochecerá antes de las ocho de la tarde.

 Es tiempo de preámbulos, de preludios; todo son parabienes y aunque aún quede lejos la canícula con sus calores impenitentes y sus tardes de sofoco y tedio, estos primeros síntomas van dando pequeños toques de corneta que hacen las veces de anuncio de la etapa estival, cada vez más próxima en el tiempo.

 Ojalá fuera siempre primavera, al menos en nuestras cabezas con sus recuerdos y en nuestros languidecidos corazones, de tal guisa que amputara malos recuerdos y negativas actitudes. Ojalá. Transitorias sensaciones que algún día fueran perennes.

 Tal vez la condicion del ser humano no esté hecha para perpetuar esas situaciones y sólo se alimente de fugaces y efímeros momentos, que a base de pequeños golpes y empujones,nos hacen seguir avanzando en ese camino constante que es la vida de cada cual. Empellones, pequeños arrebatos, todos ellos llenos de energía y vitalidad y gracias a los cuales, mantenemos el paso en esta carrera de obstáculos que es la vida, como si fuera un cambio de estación cualquiera.





viernes, 14 de marzo de 2014

Aniversario

 Hoy estamos de celebración, y por qué no decirlo, de enhorabuena. Han transcurrido ya dos años, desde aquel nueve de marzo de dos mil doce. Aquel día hizo su aparición el que denominé en su momento capitulo cero, algo así como una puesta de largo en la que, en apenas unas pocas lineas, hice acopio de declaración de intenciones, que no eran otras que poner  negro sobre blanco a mis percepciones y puntos de vista sobre un sin fin de temas, a cual más dispar.

 En estos veinticuatro meses he cumplido varias de las metas que me puse por delante: Mantener una regularidad más o menos constante a la hora de incluir mis nuevas entradas, normalmente todos los viernes de cada semana, así como respetar una linea de opinión y debate en la que caben casi todos los temas posibles. Casi siempre he buscado mis inspiraciones en los temas de actualidad, aunque también ha habido tiempo para hacer semblanzas de alguno de mis viajes, pequeñas recensiones de libros leídos, o divagar, sin más, sobre temas amplios que dan para perderse en mil y una evocaciones y sutilezas.

 Poco a poco he ido ampliando el universo de posibles lectores de mis opiniones; sois ya unos cuantos los que entráis de cuando en cuando al blog para leer mis comentarios. Me faltarían palabras y gestos para expresar toda la gratitud que siento por ello. Como bien sabéis, es este blog ante todo un ejercicio de refinamiento personal. En ningún momento estuvo entre mis objetivos el conseguir algún tipo de afluencia mayor a mis opiniones, que la de aquellos a los que estimo y estáis cerca; pero si estuvo y está entre ellos el hacer de esto un producto que tenga más contenido intelectual y más entradas académicas, si puede definirse así; la idea última es elaborar un producto más acabado, menos etéreo y mucho más riguroso de lo que viene siendo hasta ahora. La tarea es difícil, pero no imposible. Obligarse a escribir unas lineas todas las semanas, necesita de un compromiso con la lectura y la tarea de documentarse, y por extensión, realizar este pequeño ejercicio de redacción al que no le faltarán errores de puntuación y de expresión. Mil disculpas por ello; seguiré persistiendo en aras de alcanzar la decencia mínima que cualquier producto que aspira a ser consumido por otros merece sin duda.

 He cambiado la cabecera de formato un par de veces en todo este tiempo. En esta ocasión, he primado la practicidad frente la estética; he escogido un fondo de tonos suaves que resalte las letras y permita la lectura de mis disertaciones en otros formatos como el del smartphone. Mantengo pues, mis pretensiones de dar preponderancia al contenido antes que al continente, siempre importante pero no tan imprescindible.

 Dos añitos ya desde que comencé los cuarenta en mi cuenta vital, edad que sirvió de basamento y arranque para la puesta en escena de este blog, que así comenzó a existir. Puede que en algún momento aune poderosas razones para cambiar su cabecera, pero a día de hoy la razón que dio vida a este pequeño espacio virtual sigue latente y más que activa. Y es que ver las puestas de sol desde que cambie de prefijo se ha vuelto una actividad más enriquecedora e intelectual. Ojalá el próximo aniversario sea tan esplendido como este. Yo por mi parte prometo hacer lo que esté en mi mano para seguir dando guerra. 

Que así sea. Feliz segundo cumpleaños Sunset Cuarenta.







martes, 11 de marzo de 2014

Once de Marzo

Tal día como hoy, hace ya nada menos que diez años. Tres mil seiscientos cincuenta días después, el recuerdo de tan ignominiosa masacre sigue latente entre nosotros y de qué manera.

 Hoy no me siento con fuerzas para casi nada. Desde que amaneció el día ando triste, cabizbajo, con poco ánimo y apenas si cubro el expediente de todo cuanto hago; en el fondo me dejo llevar, esperanzado con la idea de que las horas pasen rápido y podamos dar por finiquitado el día.

  Me mantengo al margen de las noticias y de la actualidad, hoy obviamente monotemática. Sé que están haciéndose diferentes actos de homenaje. Los medios vienen calentando la celebración de tan triste efeméride desde hace varios días, recopilando los hechos, así como todo lo que siguió y envolvió a un crimen tan difícil de asimilar.

 Tengo nítida en mi memoria el recuerdo de aquella mañana. Para mi empezó a la salida del metro, camino del trabajo, cuando eché un vistazo a mi móvil y vi en la pantalla varias llamadas perdidas de mi cuñado Sergio. Temeroso de que hubiera pasado algo en casa, especialmente a mi siempre enfermiza madre, llamé rápidamente para devolverle las llamadas. Apenas me descolgó, me preguntó que dónde estaba y que había oído en la radio que una bomba había explotado en un tren. las primeras noticias hablaban de un muerto, apenas quince minutos más tarde, una vez conecté el ordenador y me metí en Internet, el numero de víctimas había subido a dieciséis, y así en un terrible pero inexorable goteo, fue aumentando hasta alcanzar la cifra definitiva que todos conocemos.

 Fue una mañana de trabajo caótica. Recuerdo al manager general de mi empresa dando vueltas por todas las estancias de la oficina, haciendo recuento. ¿Falta alguien, estamos todos ya aquí? Tardamos cerca de dos horas en conformar que así era, lo que tardó una compañera que venía desde Móstoles y que por razón de las explosiones tuvo que que seguir un tortuoso camino hasta que consiguió llegar a Campo de las Naciones...

 No conozco a nadie de los fallecidos; ha sido una suerte, teniendo como tengo amigos que viven en Santa Eugenia, El Pozo del Tio Raimundo, que pasan todas las mañanas por Atocha... La bomba que estalló en Santa Eugenia, lo hizo en un tren que debía acabar su  recorrido en la estación de Príncipe Pío, ha donde debería haber llegado alrededor de las ocho de la mañana. Justo a esa hora yo me encontraba en la estación, haciendo el que por entonces era mi habitual transbordo desde la linea seis hasta la línea diez de metro.

 Aquella mañana unos desalmados decidieron que todos los que para desplazarnos usamos el transporte público jugáramos a una especie de ruleta rusa de la que unos salieron mal parados y otros indemnes. Aún así es inevitable sentir un escalofrío al comprobar como la vida depende siempre de un hilo tan fino y sutil, hasta el punto de depender tu existencia de tener la mala suerte de estar en el sitio equivocado.

 El resto del día transcurrió lento y desasosegante. Por razones de espacio y logística se habilitó el Pabellón número seis de la Feria de Madrid para trasladar los féretros con las victimas que iban recogiéndose en los diferentes trenes. Desde la cuarta planta de mi oficina, asistimos atónitos y frustrados al espectáculo del incesante ir y venir de coches fúnebres trasladando restos.

 Los periódicos, decidieron sacar una edición de tarde de sus rotativas; me hice con un ejemplar de mi cabecera habitual, y como si de ese modo quisiera homenajear a los que ya no están. Aún hoy conservo ese periódico y desde aquel día no he tenido valor de volver a abrirlo. Tal vez esta tarde, al volver a casa lo haga.  Decidí volverme a casa en el metro, convencido de que tener miedo no era la solución a lo que nos estaba pasando y como si quisiera desafiar a quienes con sus bombas quisieron ponernos en jaque a toda la población. En contra de lo que hubiera sido previsible, el convoy venía lleno, repleto de personas con caras de circunstancias, con miradas perdidas y envueltos en un silencio que aun hoy me pone los pelos como escarpias al recordarlo. Si alguna vez me sentí parte de un colectivo, miembro y parte de esta ciudad en la que habito desde hace veinte años, ese día fue aquel día once de marzo ya avanzada la tarde.

 Lectura de periódicos, visionado de especiales en la televisión, seguimiento al minuto en las radios de las ultimas noticias, el día acabó con un estado de agotamiento tremendo, como difícilmente recuerdo haber sentido antes, mezcla de cansancio mental y desazón ante el dantesco espectáculo siniestro al que algunas mentes enfermas decidieron invitarnos. Hoy día, diez años después, seguimos sin saber quien fue el autor o autores intelectuales de la masacre, y aunque hemos aprendido a vivir con ello, no perdemos la esperanza de ponerles algún día cara o caras. Tal vez así acabemos por cerrar una página que solo podrá pasarse haciendo justicia y poniendo ante un juez a quienes sean culpables. Es muy probable que ese día tarde en llegar, pero no tengo dudas de que lo hará, y de que yo estaré vivo para verlo.

 Pedía un periódico de tirada estatal que quienes así lo desearan pusieran por escrito sus experiencias y contaran como habían vivido aquel día. Yo he decidido hacer uso de esa idea, pero empleando para ello mi espacio virtual. Con ello rindo mi especial homenaje con todo el cariño del mundo a quienes aquel día dejaron de estar con nosotros.  



viernes, 7 de marzo de 2014

Encomiendas


 La alcaldesa se encomienda al Cristo de Medinaceli y aprovechando la tradicional visita que muchos devotos y creyentes realizan a la Iglesia en Madrid, pide la intercesión del Cristo para que de trabajo a los madrileños.

  El ministro del interior acude a un acto de homenaje a la figura de Teresa de Jesús y confirma que también él ha pedido que interceda la santa por este que fue su país, y sus ciudadanos; de hecho va incluso más lejos y asevera su convencimiento de que la mística de Ávila vela, con seguridad, por los intereses y penas de sus  compatriotas ad vitam aeternam.

 La ministra de empleo, anticipándose a los anteriormente citados, hace alegaciones de igual calibre aprovechando una romería de la Virgen del Rocío.

 Peinetas, mantillas, visitas en pleno a consagraciones de santos en Roma ... Esta España huele por momentos a incienso y cirio. Y es que es de recibo afirmar que no hemos tenido en democracia un gobierno más católico, apostólico y romano que este que preside el Señor Rajoy.

 Decía el otro día un amigo por medio de una de las redes sociales, que no entendía como podía España tener  problemas, estando tantos santos en los altares pendientes de nuestras miserias. Era inevitable reírle la ocurrencia.

 Seamos serios, quien lea esto con criterio objetivo y sin posicionamientos previos verá en mis comentarios una crítica obvia a las actitudes de determinados cargos públicos que parecen burlarse del sentido común. No es esta la actitud que espera un ciudadano de sus dirigentes. Nadie criticará ni los sentimientos, ni las creencias que cada cual pueda tener sobre lo humano y lo divino, pero cuando se trate de cosas mundanas, terrenas actitudes, y materiales decisiones son las que uno debe esperar de aquellos a los que se ha elegido a través del mandato que emana de las urnas cada cuatro años.

 Ha llegado la hora de encomendarse si, pero a la sensatez, y al trabajo. Quien crea en santos que rece cuanto necesite,en el ámbito privado; Para salir de la crisis no hay mas encomienda que la que se entrega al trabajo y a las actitudes decididas, aquellas de las que se derivan decisiones que, tal vez, tengan  influencia directa en las penalidades y problemas de la gente, y por extensión, traigan soluciones que tanta falta nos hacen. Más política y menos rezos, que en la res publica solo las actuaciones físicas y tangibles tienen resultados satisfactorios.

 Sin ánimo de hacer chistes fáciles, zapateros, a tus zapatos...