Motivación existencial

Ricón para pequeñas reflexiones ahora que las puestas de sol se ven desde los cuarenta...
por Dondo Moreno




viernes, 29 de mayo de 2015

Reconversión

 Es tiempo de silencio. De pensar. Tiempo de restablecer el camino, de continuar la andadura, pensando la  ruta por donde se quiere continuar. Silencio que es a la vez reposo, obligado cuando se está cansado de caminar por terrenos tan excesivamente trillados, que nada nuevo o bueno pueden ofrecer o  encontrarse por ellos.

 Cansado si, de tanta mediocridad, de tanto seguidismo, de tan poca opinión y criterio propios. Es duro ser individuo, es cómodo dejarse arrastrar por lo que decide la mayoría, formar parte de la masa, que te acoge a la par que te convierte en un detritus del que poco o nada queda para consumo propio.

 Me bajo del carro. Hasta ahora disfrutaba con lo que hacía. Creía sinceramente que hacía algo provechoso y digno de ser considerado, pero como en todo, sin una base, sin un marco adecuado, nada de lo que pretendía ser un experimento puede alcanzar hipótesis alguna de trabajo que luego pueda convertirse en tesis de estudio; mejor dejarlo estar, y que cada cual siga por su camino. Yo lo haré por el mío.

 Se que corro el riesgo de convertirme en un apestado, de ser considerado un friki, como suele ocurrirle a todo aquel que va por libre, porque cree que lo que hace es lo correcto y no se deja ni intimidar ni avasallar por argumentos de otros. No me importa, en el fondo ha sido una liberación. El uso que haga de las redes sociales a partir de ahora será completamente ajeno al entorno, completamente libre de adimentos, aquellos que antaño buscaba en forma de opiniones y pareceres de la gente. Ahora, todo eso, me importa un bledo, con perdón.

 Vivimos una pequeña dictadura intelectual. Algunos la llaman,  la tiranía de los ciento cuarenta caracteres. Ahora todo el mundo anda más pendiente de comprimir su mensaje, de incardinar su pensamiento en un espacio acotado que deja poco margen para la expresión y el desarrollo.  Esa dictadura, además de empobrecer argumentos, exige adornos variados, que suelen adquirir el formato de comentarios jocosos o ingeniosos para alcanzar el ansiado efecto que permita que el interfecto alcance notoriedad, eso que llaman, convertirse en trendic topic. Y en esas estamos, en estado de permanente concurso y ansiedad, en que cada cual traduce su pensamiento más pendiente de las formas que del fondo, mas preocupado por la inmediatez que por el reposo. Y algunos no se dan cuenta, que en función de como se lee y se escribe, es como realmente se piensa.

 Que cada cual siga por donde considere. Seguiré buscando conciliábulos adecuados a mi forma de ver las cosas, donde el sosiego y el criterio ajustado sean el denominador común.